La importancia del solfeo para los estudiantes de música es de tal trascendencia que, sin una sólida preparación en esta materia, que debe preceder al estudio de cualquier instrumento, llámese piano, violim, guitarra, trompeta, etc., difícilmente se llagaría a obtener un aprovechamiento completo.
Esta afirmacion la apoyamos en la siguiente frase del maestro D. Hilarión Eslava, quien dice en su metodo de Solfeo: "El arte musical se divide en varios ramos, siendo el fundamento de todos ellos el Solfeo".
Conviene entender bien esto: el solfeo debe ser el fundamento, la base, los cimientos sobre los cuales, a manera de un edificio, vamos a edificar y acumular todos los demás conocimientos musicales, técnicos y artísticos.
¿Qué es propiamente el solfeo y en qué consiste?
Oigamos nuevamente al maestro Eslava: "Solfeo es el arte de bien medir y entonar, dando a cada signo su propio nombre". Medir significa conocer el valor de cada una de las figuras y sus respectivos silencios; el valor de los puntillos y sus características. Entonar es el saber cómo es el sonido de una nota; distinguir un sonido alterado; precisar cuándo una serie de sonidos asciende o desciende; y sobre todo, conocer la altura de cada sonido.
Para que los conocimientos de solfeo sean completos, no basta cumplir con uno de los dos requisitos de saber medir o saber entonar; es necesario el dominio de ambos para que uno y otro se completen entre sí.
Alguna vez oímos la opinión de que, quien se va a dedicar al estudio de la guitarra, no le es muy necesario el solfeo. La razón que se aduce es que, como la guitarra ya tiene afinadas las cuerdas, al oprimir el traste correspondiente, se vence la dificultad de entonación.
Yo no puedo asegurar tal cosa, pero si creo que se lograría un rendimiento mayor, si el que se inicia en el estudio de la guitarra, ha aprendido antes a solfear, y no sólo rudimentaria mente, sino a dominar o por lo menos a leer con relativa facilidad, un trozo de mediana dificultad.
En la actualidad se ha descuidado esta disciplina, y se admite a estudiantes que, al mismo tiempo que inician el estudio del solfeo, comienzan el del instrumento; y en ta forma los resultados, cuando no son muy lentos, son poco satisfactorios.